Me sigo muriendo por dentro a cada día sin ti y a la gente parece darle igual.
Benditos los humanos.
Quiero gritar,
gritar y gritar por todas y cada una de las veces que no puedo acudir,
correr y correr más allá de mis jodidas limitaciones,
liberarme y liberarme de tanta tortura que supone la distancia y los momentos amargos.
¿Mi meta es no servir de nada? ¿Mi sueño es perecer sin remedio?
Todavía no.
Tengo Otro pendiente. Millones de veces más importante.
Y no me importa sufrir si así lo hago realidad,
Ni me importa pagar con dolor tu ausencia si al final puedo servirte...
Te echo mucho de menos. Tanto, que no creo que pueda aguantar mucho más...
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