En ínfimo infinito se sostiene en sus manos. Lugar de fe, de superación, de maldad. Todo hay, allí, en él. El constante movimiento de las embravecidas aguas y de los cúmulos de nubes. Sin embargo, en el centro todo es quietud.
Hablo del horizonte. ¿Qué es, realmente?
Un lugar al que volver, una promesa de amor, o simplemente una belleza al amanecer y al atardecer. Creo que va más allá..Mi propio criterio no lo definiría. Solo me sugiere...Una inmensidad,
que quiere derrumbarse para siempre.
Pero cuando más brilla.
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